Corriendo por lo "segao": DUATLÓN DE SANTANDER 2013

Nueva entrada en el blog y esta vez para contar cómo fue el Duatlón de Santander que se disputó sobre distancia sprint (5, 20, 2,5) el pasado domingo 7 de Abril.

Tras unas semanas en las que no hizo más que llover y llover y llover… llegó el día de una de las carreras que tenía marcadas en mi calendario con la etiqueta de “ESTA” . El duatlón de Santander que se disputa en los alrededores del estadio del Sardinero era además campeonato universitario y una carrera con drafting permitido. Cada uno defiende lo que le interesa y yo, como ando menos en bici de lo que corro pues prefiero las carreras con drafting (al final de temporada a lo mejor cambio de idea…).

Puntuales como siempre los duatletas y con retraso la organización fuimos entrando en boxes para dejar el material. Con una mirada rápida ya podía uno ver que el nivel de la carrera iba a ser mucho más alto que el de otras, de hecho, todos los gallos cántabros y asturianos se pusieron de acuerdo para correrla: Félix, Pepín, Aja, Toñín, el reaparecido Victor Carrera, Lastra, Pando, Barroso, Felipe, Broch… y demás integrantes del Buelna y del Triatlón Santander. A priori el duelo de equipos iba a estar interesante entre estos dos, mientras que nosotros, el Camargo Astillero, con Félix liderando, también quisimos darle un toque de color verde a la carrera entre tanto azul y amarillo.

Hablando con Israel antes de la salida le decía que tenía pensado salir más o menos como en Torrelavega, a 3:20… iluso de mí…En Santander no se qué pasa en la carrera a pie pero la gente (yo incluido) da mucho más de sí de lo que puede dar.

Arranca la carrera a pie con 4,7 kms por delante. La salida fue estratosférica, primer km por debajo de 3:10… y sufriendo para aguantar el grupo en el que íbamos Barroso(unos metros escapado), Pando, Lastra, Aja, Broch, Victor, un chaval con gorra que iba tirando de nosotros y yo.

Por delante, Felix y Pepín a lo suyo nos iban metiendo metros. No volví a mirar el Garmin desde el km 1, pero no me hizo falta para saber que estábamos yendo más rápido de la cuenta. Había que aguantar al grupo como fuera porque es gente que va muy bien en bici. Entré en boxes en ese grupo en el 8º puesto habiendo corrido a 3:14 de media, hice una transición bastante rápida y a sufrir sobre las dos ruedas.

Aún tenía en mente la carrera del triatlón de Santander en la que gracias a ir en un buen grupo acabé metiéndome muy adelante en la carrera. En la primera de las cuatro vueltas formamos un sexteto majo Aja, Lastra, Barroso, Broch, Victor y yo, donde íbamos pasando relevos cortos.

Aunque la alegría duró poco, cuando Pando nos pilló por detrás y nos puso en fila india… se acabó la tranquilidad, pensé. Y no me equivoqué porque antes de terminar la primera vuelta Pando ataca y se marcha en solitario a la caza de Felix y Pepín. El grupo se rompe momentáneamente lo cual me obliga a pegarme un calentón de piernas increíble. Desde ese momento pierdo chispa y no puedo dar relevos decentes (lo siento). No nos entendemos en el grupo y nos pilla rápidamente el de Felipe. Si es difícil entenderse entre 6, imaginémonos entre 20. El resto de la bici fue una y otra secuencia de hachazos y parones que me dejaron derrengado. Entre Toñín, Felipe, Victor, Zubi… hicieron una sangría con mis piernas que sufrieron como nunca para salir a los ataques.

Por suerte, no me descolgué y llegué a boxes con todos. Cambio rápido y salgo a correr más o menos en mitad del grupo. Peeeero, no necesité más de 20 metros para darme cuenta de que las piernas no iban como en otras carreras. ¡No podía correr! No estaba acostumbrado a la agonía que pasé en esos últimos 2,5 kms a pie y a la impotencia al ver cómo te adelanta gente en el sector que a priori es mi fuerte. Nada más salir de boxes me pasa Felipe y mientras me adelanta voy diciendo adiós a la posibilidad de ganar el campeonato universitario. Por lo menos el sub 23 lo tenía bastante atado. Van pasando los metros y las piernas no me dejan ir más rápido, así que me tengo que conformar con el 12º puesto en meta. Pese a la petada, consigo hacer el último sector a un ritmo medio de 3:27 min/km.

Al acabar estaba un poco rabiado por no haber podido correr el último sector como suelo hacerlo, pero pensándolo en frío hago un balance muy positivo de la carrera. He peleado con gente que hace un año era inalcanzable para mí, a los que veía a otro nivel y corrí a ritmos que no me los hubiese creído si me lo cuentan antes de empezar. De todas las carreras me gusta aprender algo, y de esta he aprendido que hay que entrenar los cambios de ritmo fuertes en bici para responder a los ataques y no quedarme sin fuelle.

En cuanto a las clasificaciones por equipos nos colamos terceros, una grata sorpresa después de haber sido desbancados del pódium en Torrelavega. ¡Enhorabuena ESPARTANOS!