jueves, 2 de enero de 2014

SAN SILVESTRE DE OVIEDO 2013

Hace 4 años participaba por primera vez en la San Silvestre de Oviedo. Aquel 31 de Diciembre de 2009, llegaba a meta en 20ª posición y miraba con envidia hacia los 5 afortunados que subían al camión del podium y se llevaban la gloria mientras eran aclamados por las miles de personas que abarrotaban la plaza de la catedral de Oviedo.

Gran ambiente antes de la salida

Ese día descubrí que aquella carrera era mucho más especial que cualquier otra. Durante los 4500 metros, había sentido cosas que en ninguna otra podría sentir. Correr delante de los tuyos, en tu ciudad y junto a 4000 personas es simplemente... mágico. Ahora entiendo la emoción con la que mi padre me contaba, cuando yo era pequeño, sus historias de la San Silvestre, su preparación exhaustiva durante todo el año y la ilusión de verse lo más adelante posible, al día siguiente, en las clasificaciones que salían en la prensa. Aquel 31 de Diciembre, tras cruzar la línea de meta, me hice una promesa: algún día entraré entre los 5 primeros y haré sentirse a mi padre la persona más orgullosa del mundo. Lo que nunca imaginé es que ese momento llegaría tan pronto... ¡comenzamos!

Los tres primeros juntos en la salida... ¿estaba escrito el desenlace?

Día 31 por la mañana, me levanto tarde, sobre las 12:00h, con cierto mariposeo en el estómago. Trayecto de la cama a la cocina para hacer un desayuno-comida potente y me tumbo en el sofá a leer. Van pasando las horas y acercándose "la hora". Hace un año ya desde la última San Silvestre de Oviedo, un año en el que han pasado muchas cosas y muy buenas, pero da igual, vuelvo a estar en el mismo lugar, a la misma hora y con la misma ilusión que 365 días antes.

Salida en tropel, como de costumbre.

Las 3 carreras de esta última semana me sirvieron de puesta a punto tras unos meses duros, en los que los estudios, el trabajo y una pequeña lesión a finales de Noviembre no me permitieron entrenar en serio hasta la primera semana de Diciembre. No soy de los que les gusta quejarse de lo mal que están, al contrario, cuando me preguntan suelo decir siempre que estoy bien, porque para mí estar bien es estar en condiciones de hacer lo que más te gusta, y en mi caso se cumple dicho requisito. No obstante, llegué a Oviedo con la duda de si podría mejorar el 11º puesto del año pasado, y el primer paso para hacerlo era colocarse adelante en la salida.

Son las 18:15h y me encuentro ya en primera fila, entre los dos favoritos a la victoria: Pablo Ibañez y Luis Díaz Grueso. Esperamos durante unos eternos 15 minutos, en los que tuve que aguantar algún comentario de los de detrás: "¡Chaval! si no sales rápido no te pongas delante que vamos a salir y te vamos a comer!"... En fin, ¡qué atrevida es la ignorancia!... Yo como no soy polémico me reí y me callé.

Pistoletazo de salida y salgo fuerte para evitar golpes. Sorprendentemente, salida limpia y cómoda. A los 200 metros giro a la izquierda y enfilamos la subida a Toreno. Voy a cola del grupo de cabeza, sobre el puesto 20, pero aguanto bien toda la subida hasta Santa Susana donde aprietan y sufro para no quedarme. Voy con el gancho pero aguanto. Bajada de Santa Cruz y empieza a hacerse un corte detrás de mí. 

Primera vuelta en la esquina Uría-Fruela

Tengo que aguantar al grupo como sea, pienso. El primer km lo pasamos en 3:08 y voy con el gancho. Empezamos la segunda vuelta y ataca Luis Díaz Grueso que se va, saltando Pablo Ibañez detrás. Yo me mantengo sobre el puesto 15 en el grupo de Cosío, Juan Carlos, Pablo Mallada, Ruben...

Vídeo del primer paso por Fruela



Pasamos el segundo km en 3:01... ¡mí madre! Es entonces cuando cedo unos metros y me descuelgo, pero afortunadamente en la segunda subida a Toreno me reengancho ante el evidente parón del grupo perseguidor. Como siempre, sigo a cola de grupo y me veo cómodo. Subida a Calvo Sotelo y al coronar en el auditorio el corredor del Piloña, Manuel Álvarez Prado (ganador de la San Silvestre de Siero) y el joven Pablo Mallada rompen el grupo y nos dejan cortados en la bajada de Quintana.

Vídeo del paso por Martinez Marina (800m para meta)



Tan solo queda 1 km y voy 8º. Se me está escapando el 5º puesto que da acceso al podium, así que aprieto el culo y pienso: "De aquí al final me muero en el intento". Adelanto a Cosío y a Juan Carlos y me pongo 6º a la estela de Ruben, gran excorredor de 800 metros con quien creo que voy a jugarme el 5º puesto.

Vídeo del 2º paso por Fruel, a 300 metros de meta



Llegamos a la calle Fruela, faltan 300 metros para meta y me doy cuenta de que estamos pillando a Pablo y a Manuel Álvarez. Yo voy muerto, muerto, muertísimo, pero saco fuerzas de no sé donde para rebasar a Ruben por el exterior en la última curva. Enfocamos la recta de meta ¡Sí sí voy a ser 5º! Y cuál es mi sorpresa cuando veo que a falta de 50 metros Pablo y Manu se están quedando. ¡No pienses y corre! Me lanzo en el sprint más agónico de mi vida a por los dos que me preceden. Mis piernas y mis brazos ya no obedecen, se mueven descoordinadamente sin ningún criterio, voy con la cabeza que se me va a desencajar del cuello y cruzo la meta....¡TERCEROOOOOOOOOO!!! 

Llegada apretadísima luchando por el tercer puesto

  No me lo puedo creer, me llevo las manos a la cabeza porque no me lo creo. Acabo de cumplir el sueño que llevo persiguiendo 4 años, la promesa que me hice aquel 31 de Diciembre de 2009 se cumplió y no podía imaginar que iba a ser tan pronto.

Aquí dejo un enlace con el vídeo de la llegada:

Un privilegiado me siento al lado de estos dos grandes atletas

El vencedor fue el gran atleta Pablo Ibáñez, seguido del incombustible Luis Díaz Grueso. Mientras me saco las fotos con los dos primeros y recojo la bebida voy asimilando lo ocurrido. Pronto llegan mis padres que no sabían cómo había entrado y al decirles que tercero pensaban que les estaba tomando el pelo. Poco después llega mi primo con sus amigos que estuvieron viendo la llegada en la recta de meta, pero de lo apretado que estuvo el sprint no sabían tampoco si había sido tercero, cuarto, quinto o sexto.

El podium con el que llevaba años soñando
Y sí, vi cumplida la ilusión de subirme al camión del podium en la carrera de mi ciudad, en la carrera más bonita del año, en una carrera mágica. Desde arriba casi me emociono, sobre todo al ver a mi padre. Tantos años corriendo la San Silvestre, luchando por entrar entre los 20 primeros y quedándose siempre a las puertas que supongo que ver a su hijo tercero en "su carrera" es el mejor regalo que podría hacerle.

Y en cuanto a los números de la carrera: 5 km en 15min 40 seg, lo que hace un ritmo medio de 3:08, aunque las constantes subidas y bajadas hacen que cada km sea bastante irregular. Al fin y al cabo el ritmo es lo de menos, me quedo con la imagen del podium, una sensación que me guardo para siempre, eso no me lo quita nadie, aunque espero repetir en los próximos años.

Clasificaciones:



Saludos y ¡¡FELIZ 2014!!