jueves, 23 de octubre de 2014

Resumen de la temporada (Versión Nº1)

Me gusta hacer balance al terminar la temporada deportiva, y más este año que me han respetado las lesiones y he podido difrutar de la competición desde Navidades hasta Octubre. Muchos buenos momentos concentrados en 11 meses increibles, pero de todos ellos hay dos que eclipsan al resto y que me hacen sentir la persona más afortunada del mundo.

El primero sucedió en Junio, cuando mis compañeros de entrenamiento de la Universidad de Cantabria me hicieron una fiesta sorpresa. Tragué hasta el fondo, y la alegría que me llevé fue increible.

Y cuando pensaba que no se podían superar a sí mismos, hace un par de fines de semana, mientras celebrábamos juntos el final de temporada en el bar Haddock, proyectaron el vídeo que he puesto aquí abajo y me regalaron un momento que nunca olvidaré. 

Amigos, vosotros sois el mejor resumen de esta temporada. 
¡¡ETERNAMENTE AGRADECIDO!!


lunes, 6 de octubre de 2014

Triatlón de Santander ¡Campeón del Circuito y podium!

Carrera dedicada a Lucas Ojanguren, luchador donde los haya y que ahora más que nunca necesita notar que sus amigos estamos con él. ¡Esta carrera la tienes que ganar, no te rindas! ¡ÁNIMO!

Compartiendo podium con Lucas (San Esteban de Pravia 2013)

Fin de la temporada triatlética para mí. Y ¡qué temporada! Hoy por fin puedo decir que soy ganador del Circuito Caja Cantabria de Triatlón, además de Campeón Regional Absoluto 2014.
El triatlón de Santander puso punto y final a un año de ensueño, un año en el que el objetivo principal era el mundial de duatlón, pero sin querer me vi disputando triatlones a un nivel mucho mayor del que me esperaba.

Tras cuatro días de vacaciones en Barcelona y un buen madrugón (4:30 a.m) para coger el vuelo hacia Santander la misma mañana de la carrera, aterrizamos en Parayas a eso de las 8:30h. Todavía me dio tiempo a ir a casa y dormir 45 minutos. ¡Qué reventada! El día anterior había estado con Vanesa haciendo turismo por Barcelona y creo que eso cansa más que cualquier triatlón jejeje.
A las 10:30h, con más pereza que nunca, cogí el coche y bajé al Sardinero. 

El día estaba desapacible y el mar invitaba más a la tabla de surf que a nadar. La ausencia de Sergio Correa me hacía ser campeón matemáticamente del Circuito Caja Cantabria de Triatlón, así que pude disfrutar relajadamente de una de las pruebas que más me gustan de la temporada. El segundo puesto se lo iban a disputar Guillermo Ruiz y Fernando Román, en una lucha emocionante entre dos estereotipos distintos de triatleta.

Pese a haber entrenado poco la última semana por el viaje, el descanso me sirvió para asimilar los entrenos de todo el mes pasado y las sensaciones no eran nada malas. Charlas distendidas entre los corredores en el pre carrera mientras animábamos a los más pequeños y la agradable visita del gran Félix Javier Martínez, retirado hace un año y que quiso venir a ver el triatlón fueron los momentos destacados de la previa.

Como siempre, me gusta revisar la matrícula de los rivales, pero en esta carrera había muchos huesos, muchos favoritos y de todos los tipos. Fernando Barroso y Dani Bayón sobre todo. Del primero solo puedo decir que vaya a donde vaya y corra la distancia que corra va a quedar entre los 3 primeros. Es alucinante su regularidad. Del segundo decir que tras demostrar lo gran atleta que es durante años, su salto al triatlón esta temporada nos está dejando a todos perplejos, destacando entre sus actuaciones la victoria en Castro Urdiales, con un sector a pie de otra galaxia. Además de los dos asturianos, el junior Mario Arias, vencedor en Colindres, también partía como favorito. Y por detrás un grupo más igualado donde me incluyo con Guillermo Ruiz, Cuesta, Berto... todos unos míticos de los triatlones cántabros ¿quién sería capaz de meter caña a mis compatriotas asturianos?

Con un ligero retraso dejamos las cosas en boxes y nos dirigimos hacia la playa los 150 triatletas que íbamos a tomar la salida. Triángulo de boyas en la segunda playa del Sardinero al que había que dar una vuelta en forma de 8. Las olas rompían violentamente cerca de la orilla y mi anterior experiencia con ellas, en Suances, no me hacía estar muy confiado. Pero ¡Qué leches! no había nada que perder así que fuera miedos y a disfrutar.



Salida anunciada por Fede y todos al agua como muiles. Mucho espacio para nadar en estos primeros metros, ya que la gente le tiene miedo a la zona de rompientes y no se forman pelotones como el del pasado fin de semana en el Triatlón de los Históricos. Comienzo pasando las olas por debajo y cuando por fin puedo empezar a nadar noto un río de agua por dentro del neopreno. Se me había abierto el velcro y una cascada de agua manaba por mi cuerpo. Sin importarme el lastre comencé a ganar posiciones hasta ponerme a pies de Emilio Alonso y Berto. 



Giro de derechas en la segunda boya y afrontamos el paralelo a la playa. Voy en un buen grupo, creo que el segundo de carrera, y me siento cómodo. Van pasando los metros sin sobresaltos, pero con la intriga de saber quiénes van a ser mis compañeros de viaje en la bici. Llegamos a la zona de rompientes y me divierto cogiendo las olas para salir hasta la arena. 




Tocamos tierra firme tras más de 1000 metros de natación y veo que acabo de salir del agua con Cuesta, Berto, Edu y Emilio... vamos, que los de siempre, así que buena natación. Sin embargo me sorprendo al ver a Mario Arias unos metros por delante de mí en la arena... A ver si resulta que he nadado un poco mejor que otras veces.



Salgo el 13 del agua, pero eso no lo sé en ese instante. Por delante van Barroso, en solitario a casi dos minutos, Bayón, Guillermo Ruiz y Cazorla y después mi grupo.



Empiezo la bici y tanteo a ver quién va a colaborar y quién no. Berto y Emilio, del Buelna son los más dispuestos, así que entre los tres vamos pasando relevos como podemos. También Mario Arias y otro triatleta de fuera pasan, pero somos nosotros tres los que tomamos la iniciativa. Llevamos un trenecito de unos 10 integrantes por detrás. Realmente no me importa, hoy me encontraba generoso y me apetecía darle a muerte para pillar a los de delante. Y lo hicimos.. a todos menos a Barroso, que se estaba marcando una contrarreloj individual digna de admirar ¡"chapeau"! 



Tras alcanzar a Bayón y a Guillermo Ruíz el grupo siguió a buen ritmo, sobre todo gracias a la generosidad de Bayón que fue el que más colaboró para mantener el ritmo. Yo me escondí un poco más en estas dos últimas vueltas, viendo que le estábamos recortando tiempo a Barroso y le estábamos metiendo tiempo al grupo de Román, Edu y compañía.



A falta de un par de kilómetros se produce algún ataque para llegar lo mejor posicionados posible a la zona estrecha del parking del Sardinero y la bajada hacia la playa. Llega Barroso a boxes y 45 segundos después llegamos nosotros, en un grupo estirado de unos 12 en el que me bajo por la mitad.

Normalmente estoy acostumbrado a ir en bici y confiar en mi carrera a pie frente a mis rivales, pero tener a Bayón en el grupo, un gran atleta, me sumergía en un mar de dudas, y a la vez me motivaba mucho. Las ganas de medirme con alguien como él eran enormes. 

Dejo la bici en el box y salgo a correr en mitad de pelotón. Todo el mundo sale fuerte, muy fuerte, y a mí me cuesta coger ritmo los primeros metros. Mario Arias sale como una bala delante de mí y empieza a abrir hueco. Al poco me adelanta Bayón como nunca nadie me había pasado antes. La idea de forzar y medirme con él se estaba esfumando ¡QUÉ COHETE! Al llegar a la altura de Mario, este último intentó seguirle unos metros pero le fue imposible. Mientras tanto, por detrás, yo daba cuenta de Guillermo Ruiz, Berto y Emilio, que hicieron el cambio en boxes más rápido que el mío.



 De verdad me estaba costando coger ritmo, pero aún así era cuarto. En el kilómetro uno veo que Mario pincha por el sobreesfuerzo de seguir a Bayón y le adelanto. Voy tercero controlándome para no petar. Faltan dos vueltas y las referencias con Barroso son de 30 segundos. Bayón se pone líder en el kilómetro tres y yo voy cogiendo ritmo, espoleado por Vanesa, Alejandro, mi madre y mis compañeros de entreno: Nacio, Sergio, David y Adri. A falta de una vuelta siento que el tercer cajón del podium va a ser el que me toque, pero un rápido vistazo al frente me permitió vislumbrar la figura de Barroso a no más de 100 metros por delante. Quedaba un kilómetro y medio y había que intentarlo, así que quité el modo diesel y metí el turbo, llegando a la altura de Barroso a falta de 250m metros. 



Giro de 180 grados y hachazo hasta meta sin pensármelo. Fer me aguanta los primeros 50 metros pero  desiste en su intento. Aún así no me fio y lo doy todo hasta pisar la alfombra roja momento en el que me relajo y disfruto de lo conseguido, cerrando la temporada con un segundo puesto que me sabe a victoria, por detrás de un Dani Bayón inconmensurable y por delante de un tío con un par de huevos bien puestos, como es Barroso.



¿Qué más puedo pedirle a esta temporada? Despedirla subiendo a un pódium con triatletas a los que admiro es una gozada. Además la alegría fue doble al conseguir el bronce por equipos tras el triatlón Santander y el Buelna.





Gracias a todos los pacientes que os leéis estas crónicas carrera tras carrera, gracias a Cris por ese bizcocho, gracias a los fotográfos, que una vez más estáis ahí ilustrando nuestras carreras, y gracias a todo el público que hace que cada triatlón luzca, en especial a mis padres y mi novia, que me acompañan a TODAS las carreras y que están siempre aguantando mis manías.

Y por supuesto, gracias al equipo por darme el cariño triatlético que necesito, al presi, Carlos Cobo y a "Berg", por empezar a colaborar conmigo. Espero que la próxima temporada sea tan buena como esta y poder contar con más colaboradores.

Ahora a desconectar un par de semanas y vuelta a lío, porque no creo que sepa vivir mucho tiempo sin el gusanillo de la competición.

Un abrazo a todos