martes, 24 de marzo de 2015

10 KM REXONA STREET RUN DE OVIEDO: ¡Victoria!

Cuando uno se encuentra a gusto con lo que hace, lo disfruta y lo vive con pasión, los resultados van llegando solos. No sé si este es un año para dar otro saltito, para mantenerme o para qué, pero lo que sí sé es que llevo todo el invierno compitiendo con las mismas ganas del primer día.

El finde pasado en Alcobendas aprendí lo que es ser atleta de verdad, midiéndome con lo mejorcito de España y asumiendo que no soy nadie en este mundillo. Aunque pueda ser difícil de creer, esta nueva perspectiva que tengo desde esa carrera creo que me va a venir muy bien para, en el futuro, saber valorar cada resultado.

Este fin de semana volvía a mi ciudad, Oviedo, a disputar junto a Vanesa la carrera de 10 kilómetros que, desde el año 2010, se lleva celebrando en la capital carbayona. Atletas como Chema Martínez (2011), Carlos Alonso (2013) o Pablo Ibáñez (2014) dejaron su nombre escrito en el palmarés de esta prueba.



En 2015 las cosas eran distintas, un recorrido nuevo, aparentemente menos duro, y una participación masiva de gente (más de 1000 personas) pero con menos atletas de renombre en línea de salida.
Aún con todo, la "carrerita" no tuvo una previa tranquila... El viernes por la tarde, tras llevar casi 8 horas sentado en mi silla del IH Cantabria, decidí calzarme las zapatillas y salir a soltar un rato... Me dio por subir a un monte que hay cerca de donde trabajo, por un caminillo bastante empinado, por lo que la bajada me costó un poco y la hice medio caminando, medio corriendo. Pues bien, esa idiotez de "experimentar" dos días antes de una carrera me hizo levantarme el domingo con unas agujetas en el cuádriceps izquierdo que me costaba hasta caminar normal... ¡Manda narices! Toda la semana entrenando y descansando bien para joderla un par de días antes... Pero bueno, no hay mejor analgésico que correr en Oviedo, así que, pese a las malas sensaciones antes de la carrera, nada más asomar por la calle Uría y ver el ambiente, me olvidé de las agujetas por completo.

Bien abrigados en una mañana oscura y fría, que poco tenía que envidiar a la del eclipse, calentamos Vanesa y yo juntos, dando vueltas por el Parque San Francisco. Es fácil cerrar los ojos y recordar esa misma escena, pero unos meses atrás, el 31 de Diciembre. Mismo escenario que el de la San Silvestre, pero distinta carrera ¿sería por fin la buena? Llevo años buscando una victoria por las calles de mi ciudad y ahí estaba de nuevo dispuesto a luchar por ello.



Nos fuimos acercando a las 10:30h y tomando posición en la salida. Aconsejé a Vanesa situarse más adelante de lo que habitúa. Esta vez me hizo caso y la jugada salió bien. Yo me coloqué en segunda fila, no me gusta ser el protagonista al principio de la novela, prefiero serlo al final, así que cedo este papel a otros corredores. Sé que los primeros metros se hacen rápido, ya sea saliendo de primera, segunda o tercera fila, así que no tenía por qué haber estorbos. Desde atrás escaneo al personal. Hay muchas caras conocidas y que van a luchar por la victoria. El primero que me sorprende el Mohamed Bakkali, atleta muy joven del Lugones y con una planta de corredor que asusta. Junto a él otros míticos del atletismo asturiano, como Esteban Tejedor, Fernando Canellada, Victor Álvarez... No va a ser fácil.

Se da la salida y desde mi posición de actor secundario me dedico a contemplar los movimientos y a actuar en consecuencia. Hoy no es el día de hacer marcas, hoy hay que ir a ganar. Además, el circuito, pese a estar homologado, no invita a realizar grandes registros (la subida por Viaducto Marquina es rompedora, por ejemplo, y hay que hacerla dos veces).



Con aun casi los 10 km por delante, se forma un grupo de unas 10 unidades, comandado por Moha y un chico al que no conozco pero que tiene pinta de correr bien. El ritmo es cómodo para ser una carrera de 10 km. Nada más salir sufrimos los efectos de la primera subida por Viaducto Marquina para coronar en la Losa y lanzarnos calle abajo hacia la Florida. En la subida se hace el primer corte y nos quedamos 8 en el grupo. Ninguna sorpresa hasta el momento, todos los que tengo en lista siguen al pie del cañón. Llegamos al punto de retorno y la cosa no se mueve. Ritmo machacón de 3:17, más o menos, que alguno no puede seguir y se va descolgando.



Entramos en Uría todos juntitos, oímos los ánimos del público allí presente y del speaker. Al paso por el kilómetro 5, el chico que tenía pinta de correr bien decide entrar en meta (se podía elegir entre hacer 5 o 10 km) y gana con facilidad la carrera de 5 kilómetros. El resto seguimos a lo nuestro, pero pronto se rompe la paz. Movimiento también esperado: en la segunda subida a Viaducto Marquina, Esteban Tejedor cambia de ritmo y nos vamos solos él y yo. 



Dudo por un instante si pasarle y poner mi marcheta hasta el final, pero faltan 4 kilómetros y me estoy jugando la victoria, así que prefiero esperar... ya habrá carreras para hacer experimentos. Bajamos juntos hasta la Florida y ya volviendo, a falta de 2 kilómetros, Fernando Canellada nos da caza y se pone a tirar. ¡De lujo! La nueva incorporación al grupo hace que Esteban se quede cortado y todo apunta a que la victoria se va a decidir entre Fernando y yo en el último kilómetro.



Pasamos la pancarta del kilómetro 9. La distancia con nuestros perseguidores va en aumento. Me lo pienso... ¿cuándo atacar?  En ese momento me acuerdo de las series de 300 metros con Adrian del Miércoles y me da confianza. Tanto, que a falta de 500 metros salto y me lanzo a por la victoria con todo. No me lo puedo creer, faltan 300 metros y me veo ganador. Enfilo la calle Fruela, con el arco de meta al fondo en Uría. Atisbo la cinta de ganador que me espera. Miro hacia atrás para asegurarme de que tengo tiempo para celebrarlo y cruzo la meta levantando la cinta al cielo ovetense.




Pufff ¡QUÉ SENSACIÓN! ¡POR FIN! Pero si mi alegría parecía insuperable, veo a Vanesa que se acerca a mí, me abraza y me dice que ha ganado la carrera de 5 kilómetros ¡Ahora sí que estoy flotando! ¡Buaaa! Me pellizco porque no me creo que sea verdad. Compartir victoria con ella era algo inimaginable.



Nos entrevistan a los dos, primero el speaker de la carrera y después para el reportaje que suelen emitir en teledeporte sobre cada una de las carreras de 10 km del circuito "rexona street run". Y por fin me abrazo con mi padre, que tras de estos meses jodido le veo sonreír y ese es el mejor trofeo que me llevo del día de hoy. También mi madre y mi tío estaban allí animando, siempre al pie del cañón. ¡MIL GRACIAS!




Entrega de trofeos por parte del alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, y vuelta a casa con el mejor sabor de boca que recuerdo en mucho tiempo.

Vanesa ¡ENHORABUENA! No creo que haya en el mundo un novio más orgulloso de su novia de lo que lo estoy yo de ti.

...y que dure...




Es curiosa la repercusión que esta carrera ha tenido en los medios de comunicación. Así que os dejo todos los enlaces de prensa en los que se han hecho eco de la noticia:

El Comercio:

La Nueva España:

Real Federación Española de atletismo:

Web del Selaya:


Y también adjunto un enlace a la página con los vídeos de la carrera:

Y antes de terminar quiero agradecer a todos los fotógrafos que nos han dejado unas imágenes para el recuerdo imborrables y preciosas: Pedro Pablo Heres, La Tabernilla de Oviedo, MV Foto y los fotógrafos de la organización !GRACIAS!


No hay comentarios:

Publicar un comentario