lunes, 6 de abril de 2015

DUATLÓN DE SANTANDER 2015: Faltó la guinda del pastel

El duatlón de Santander suponía la vuelta a esta modalidad tras un mes en el que el atletismo fue el protagonista de mis fines de semana: Media Maratón de París, Cto de España de Cross y 10 km Ciudad de Oviedo. Santander es la carrera en la que debuté en 2011 y en la que nunca había acabado contento. El últimos sector a pie alrededor del campo de fútbol del Sardinero se me solía atragantar bastante, por lo que 2015 era una buena oportunidad para resarcirme.



Como me suele pasar últimamente, las buenas sensaciones entrenando me acompañaron la semana previa. Buenos entrenos de bici con Josema y a pie con Adri, mis dos liebres esta temporada y a las que tengo que agradece, en parte, mi actual estado de forma.

A las 16:30h del Sábado aparqué en las inmediaciones del Sardinero en una tarde primaveral, de la que no solemos disfrutar en Cantabria. Recogimos el dorsal y conversamos con unos y con otros. El Bénder triatlón formaba en esta ocasión con Pablo, Josema, Iván, Gonzalo, Jose Benaite y Soba. La baja de última hora de Marcos suponía tener que dar aún más de nosotros mismos para conseguir el gran objetivo de meternos en un podium por equipos.

Se fue acercando la hora de la salida y tras un breve calentamiento ratifiqué mis buenas sensaciones. También aproveché para estudiar a los rivales y prever distintas situaciones de carrera, aunque luego la cosa sería bien distinta a como yo me imaginaba. Mis predicciones pasaban por Pepín Fuentes-Pila y Sergio Correa yéndose solos en la primera carrera a pie y entendiéndose en bici. Yo contaba con quedarme por detrás con Manu Vega, Sergio Santiago y esperaba ser cazado en bici por el grupo de Lastra, Toñín, Aja, Mendiguchía, Víctor Carrera (que reaparecía por tierras cántabras).... ¡Madre mía, qué de gallos y qué bonita y reñida se planteaba la carrera!



Formamos en línea de salida un pelotón de 150 unidades y tras el pistoletazo de Fede nos pusimos en marcha, quizás demasiado rápido. Como suele ser habitual, me quedo un poco rezagado los primeros metros, pero eso me sirve para evitar que el ácido láctico se me suba a las orejas. Paso la primera rotonda en mitad de la muchedumbre, pero con el ojo puesto en los de cabeza para vigilar sus movimientos. Encaramos la primera subida por la S-20 y poco tardo en encontrar mi sitio a la estela de Sergio Santiago. Como me esperaba, Pepín salió fuerte y se fue desde el principio en solitario, pero Sergio Correa no salió a por él y eso hizo a Pepín pensarse dos veces si de verdad le convenía quemarse en la primera carrera o ir guardando fuerzas y coger la bici con nosotros.



La primera sorpresa llegó cuando en vez de dar la vuelta en el sitio de siempre, nos llevan hasta el final de la primera recta de la S-20... Modificación de circuito que me pilla un poco desubicado y me hace preguntarme si realmente serían 5km de carrera a pie o alguno más. No importa, hay que sufrir y "p´alante". Al pasar la primera vuelta me veo cerrando el grupo de cabeza con Pepín, Sergio, Manu y Broch. Vamos muy rápido, por debajo de 3:10 el km, pero miro para atrás y la distancia con los perseguidores es demasiado grande como para dejar escapar este tren, que tenía pinta de ser el tren ganador. Así que, tirando más de cojones que de fuerzas, aguanto como puedo la segunda vuelta, soñando con coger la bici de una maldita vez. ¡QUÉ AGONÍA! No recuerdo haberme exprimido tanto en un primer sector como este. Y cuando me las prometía felices porque el reloj marcaba que habíamos hecho ya 5 km.. ¡REGALITO! Nos meten por detrás del Sardinero y la agonía se prolonga casi un kilómetro y medio más. Menos mal que de antemano no sabía que este sector se iba a alargar 1,3 km, porque si no, me hubiese costado mucho mantener la cabeza concentrada y aguantar el ritmo de mis compañeros.



Por fin boxes... Llego exhausto y me cuesta hasta abrochar el caso. Lo consigo en un tiempo razonable pero salgo el último de boxes de los 5 que formábamos el grupo de cabeza. Me pego un buen calentón los primeros metros y enlazo rápidamente con ellos. Y aquí viene uno de los mejores momentos que recuerdo desde que estoy en este deporte: sin necesidad de decirnos ni una sola palabra nos pusimos los 5 a darnos relevos como animales. Sabedores de que en nuestras manos estaba jugarnos en triunfo entre nosotros, la colaboración por parte de los 5 fue IM-PE-CA-BLE. Por detrás venían verdaderos especialistas sobre la bici y nosotros, con un perfil más de "atleta" que de ciclista, nos supimos defender como gato panza arriba.



Además, un detalle que no quiero pasar por alto y que creo que da fe de que íbamos todos con la idea de colaborar, fue cuando Sergio Correa se confunde en el giro de la primera vuelta y lo hace unos metros más lejos de donde debería ser, perdiendo el grupo. Sin embargo, decidimos todos, por unanimidad, esperarle y dejarle enlazar nuevamente para seguir tirando los 5 juntos.



 Tras completar la primera de las cuatro vueltas en bici nos dicen que sacamos un minuto a nuestros perseguidores. Esto nos da mucha confianza, pero, sin relajarnos, seguimos pasando el relevo uno a uno. Relevos cortos pero constantes. Y sin más sobresaltos pasan las vueltas dos y tres, donde el hueco con los de atrás se va ya al minuto y medio. Cuando por fin enfilamos la vuelta hacia boxes para hacer el cambio a la carrera a pie, somos conscientes de que la victoria nos la vamos a jugar entre nosotros 5.. ¡Menudos galgos!, pienso. Va a estar bonito el duelo final. Como la ventaja que llevábamos a los de detrás era bastante amplia, la última vuelta la hicimos más relajados, pero seguíamos pasándonos el relevo, sin hostilidades... hasta que Sergio Correa, el más listo de la clase, mientras yo me estaba dando mi último relevo aprovechó para atacar desde atrás y pillarme sin fuerzas para responder. Maniobra inteligente y ganadora.



Sergio se fue unos metros, Manu intentó cerrar el hueco y yo, que venía de dar el relevo, llegué a boxes demasiado caliente y me bajé de la bici el último del grupo. Corro por la transición, llego a mi sitio y mientras me estoy calzando veo que Manu y los dos Sergios ya están corriendo ¡Vamos Pelayín!





Salgo de boxes justo delante de Pepín, que me sigue los primeros 300 metros y después de adelanta, pero con un ritmo similar al mío. "Tengo que pegarme a él, tengo que pegarme a él", era el único pensamiento que pasaba por mi mente en ese instante. Los 2,3 kilómetros finales no dan para mucho, pero esta vez la tortilla estaba a punto de darse la vuelta. A la estela de Pepín adelantamos, en la primera vuelta, a Broch y a Sergio Correa, que había tenido una equivocación al salir de boxes que le hizo perder unos segundos valiosos. 




Empezamos la última vuelta de 1,15 kilómetros y voy tercero. Manu Vega lidera la carrera, pero Pepín y yo nos estamos acercando. Se me despega un poco el galgo del Buelna, con un cambio de ritmo lejano al que intento responder. Agonizo, ¡que se acabe yaaaaa! Voy con todo, siento los ánimos de la gente, de mi madre, mi novia, mis amigos... saco fuerza de donde no la hay y a falta de 500 metros cambio y adelanto a Manu Vega. 



Voy segundo y le voy comiendo terreno a Pepín. No me creo estar disputándole a pie una carrera a alguien como él. Voy con todo, último giro, Pepín está cada vez más cerca pero no lo suficiente, y se hace con la victoria, entrando yo segundo, Manu Vega tercero y detrás, Sergio Correa y Sergio Santiago (cuarto y quinto)





Bufff ¡qué carrerón hemos hecho los cinco, y qué contento estoy con mi carrera! Sin duda el duatlón más completo que he hecho desde el Mundial de Pontevedra, al que solo le faltó la guinda. Pero como le dije a mis compañeros de fuga, podría haber ganado cualquiera, y, aunque hubiese quedado el quinto, habría estado igual de satisfecho por la carrera.

La gente puede acusarme de "conservador", y es cierto, soy una persona muy fría a la que le gusta leer las carreras e intentar plantearlas tácticamente para que el resultado final sea el mejor posible. Esta vez, en Santander, las estrategias que había previsto no tuvieron nada que ver con lo que fue, y tengo la sensación de haber dado el 100% de mí mismo durante la hora de carrera, de principio a fin, por lo que estoy más que satisfecho con ello. Si no gané fue porque Pepín estuvo intratable en el último sector, porque yo lo di todo.

Como siempre, esto no sería posible sin todas esas personas que me sufren día a día y a quienes debo cada resultado que consiga. También mis colaboradores de este año tienen parte de culpa de que las cosas salgan bien.




Muchas gracias a Sscar por hacer unas ruedas ESPECTACULARES. Cada día que las uso estoy convencido de que no hay ruedas mejores en el mercado y, encima, a un precio tan competitivo. Gracias  "Me gusta la naranja" por darme el soporte de Vitamina C diario. A 3Action, por facilitarme la recuperación con sus productos y a Trueba y a Catlike, por dejarme el mejor material de ciclismo. Todos formáis parte de este equipo.

Y antes de terminar no me quiero dejar en el tintero el cuarto puesto por equipos (de 14) del Bender Triatlón. El mejor resultado en la historia del club y que, espero, sea un presagio de futuros pódiums. Aunque lo que nos hace falta es meter un poquito de agua al asunto para tener más opciones.



Próxima parada: SORIA. Campeonato de España de Duatlón!!!


Fotos cortesía de Vanesa, Cristina Ruíz, Fran Saiz, Martín Ramos, Aitor Antón, Berta y Chuchi ¡qué equipazo de fotógrafos!

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