lunes, 12 de octubre de 2015

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2015

Como todas las temporadas, y con esta ya son cinco, toca echar la vista atrás y hacer balance, de lo malo y de lo bueno de la misma. De forma rápida y concisa estos han sido los puntos positivos y negativos del año:

-Puntos positivos: Sigo mejorando, poquito a poco, dando pequeños pasos, pero seguros. Además, fichar por el Bender Triatlón me ha venido de lujo para enfocar este deporte de forma distinta, sin presión, sin ataduras y feliz.

- Puntos negativos: El falso profesionalismo que estoy viendo en las carreras (frase robada a Víctor Carrera). A veces, triatlones de pueblo como los que corremos en Cantabria, parecen más etapas de Tour de Francia que lo que realmente son. No nos creamos mierda, porque no llegamos ni a pedo (esta frase me la suelta Vanesa cada vez que ve que me crezco, y me viene bien para poner los pies en la tierra). Disfrutemos de nuestro esfuerzo y sintámonos orgullosos de lo que hacemos, pero con los pies en la tierra.

Aunque no me gusta plantearme objetivos a largo plazo, para 2015 sí tenía en mente algunas cosillas, como el Campeonato de Europa de Duatlón en Alcobendas, la Media Maratón de París o intentar revalidar alguno de los títulos de triatlón conseguidos en 2014. Pero, como digo, todo ello sin obsesionarme, porque el año es muy largo y mis principios están claros: ir de fin de semana en fin de semana marcándome retos a corto plazo y buscando fuentes de motivación constantemente.

Así empezamos...

...y así acabamos


Invierno de barro
Enrolado en las filas del Selaya Reparte, antes de terminar 2014 ya había corrido el Cross de Cueto, el regional de Cross Corto de Laredo, la Carrera de Navidad de Piélagos, la carrera de Nochebuena de Gijón, la San Silvestre de Mieres y la San Silvestre de Oviedo. Si me tengo que quedar con tres momentos, el primero es el pódium en mi ciudad, que por segundo año pude disfrutar y que me hace más ilusión que cualquier otra carrera. El segundo es mi carrera en Renedo, corriendo casi 8 kilómetros a 3:08, ritmo impensable para mí hace más bien poco. Y el tercero, al vuelta a los barrizales, cuatro años después, con un 9º puesto en el Cross de Cueto.

Vuelta a los barrizales (Cross de Cueto)

Cto Regional de Cross corto (Laredo)

El pódium más emotivo de la temporada

El año 2015 empezó como una continuación de la temporada de Cross que había dado su pistoletazo de salida en Noviembre. Las carreras de atletismo fueron una constante durante el invierno y me sirvieron para dar otro salto de calidad a pie y hacer muy buena base para los duatlones y triatlones.  En Enero disputé el Cross de Torrelavega, con un 8º puesto absoluto, y una semana después volví a Oviedo para ser segundo en la carrera  Oviedo-Las Caldas (10km). El Regional de Cross Largo en Loredo cerró un mes de Enero que, si tradicionalmente había sido un mes de parón para mí, el de 2015 fue todo lo contrario.

10 km Oviedo-Las Caldas (2º)

Febrero empezó lluvioso y frío, pero ese frío y esa lluvia se concentraron en un único lugar y en un mismo momento, el día de la disputa del Cto Regional por Clubes en Punta Parayas. En una mañana infernal, defendimos los colores del equipo como buenamente pudimos, consiguiendo un quinto puesto por clubes, lejos del objetivo, que era colarse en el pódium para tener opciones de ir al Cto de España de Cross por Clubes (asignatura pendiente que hay que aprobar en 2016).


Cross Punta Parayas... más agua que en los triatlones


Tramo final de la temporada de atletismo: ¡de traca!
A estas alturas de la temporada y con bastante trisca en el cuerpo, empezó la temporada de duatlón en Cantabria. Siete pruebas se requerían para completar este año el Circuito Liberbank de Duatlón. La primera de Galizano me la perdí por coincidir con el cross de Parayas, pero a la segunda, Astillero, llegué con ganas. En bici solo había entrenado en el rodillo, como todos los años, pero sobre mi nueva cabra pude defenderme decentemente y no rasqué podíum porque Sergio Correa me fulminó en el último sector a pie.

Duatlón de Astillero. Fotón de Jorge

Contento con las sensaciones de esta carrera, empezó un periplo de dos semanas sin competición cuyo destino era la Media Maratón de París. Volver a la ciudad conde empezó todo, donde corrí mi primera Media, allá por 2012, y rodeado de amigos (Andrews, Ibarguren, Álvaro y Javi) era una motivación extra. Sin una preparación específica para la distancia, pero con muchos kilómetros y carreras en las piernas gracias al invierno atlético que me había pegado, llegué a París para marcar 1h 12 min y 6 segundos y firmar un puesto 36 de casi 50000 personas que tomaban la salida. Ahora que ya tengo una marca de referencia en Media Maratón va a tocar sudar para rebajarla en los próximos años.

Finde turístico-deportivo en París

El esfuerzo en todos los crosses, los pódiums en las carreras populares y la marca de la Media de París tuvieron su recompensa el día siguiente de volver de Francia. Había sido seleccionado para ir con la Selección Cántabra de Cross al Campeonato de España, en Alcobendas. Sin duda un premio inesperado y una de las noticias que más ilusión me ha hecho este año. Nunca imaginé poder compartir expedición con atletas de la talla de Javier Crespo, Roberto Ruíz o Sergio Correa. Estar en la línea de salida de Alcobendas ya era un premio. Iba como octavo integrante de la Selección . En principio, sólo puntuaban seis, pero tras una carrera de 12 km agónica conseguí ser el cuarto del equipo, puntuando y yéndome para casa con una experiencia más en mi vida, bonita y difícil de repetir.

Un lujo. Selección Cántabra de Cross (Alcobendas, Cto de España)

Aprovechando el buen estado de forma a pie, el finde siguiente volví a Oviedo para correr los 10 km Rexona Street Run por las calles de mi ciudad. Si el cuarto puesto de la San Silvestre me había sabido a victoria, el primer puesto en los 10 kilómetros me supo todavía mejor, encima compartiendo pódium con mi chica, que ganó la prueba de 5 kilómetros... ¿puedo dar marcha atrás en el tiempo y repetir ese fin de semana todas las veces que quiera? Punto y seguido a la temporada de atletismo que, de forma inesperada, acabó convirtiéndose en una parte importante de 2015.

Las victorias compartidas saben mejor :)


Pasamos de las dos patas a las dos ruedas: arrancan los duatlones
Si bien el duatlón de Astillero sirvió para abrir boca entre tanta carrera a pie, a partir de Abril, los duatlones pasarían a primer plano. Con el objetivo ya marcado del Cto de Europa de Duatlón en Alcobendas, aproveché otras carreras para coger el punto.

El duatlón de Santander fue la primera. Una preciosa prueba donde Pepín, Manu Vega, Sergio Santiago y yo nos jugamos la victoria en el último sector a pie, siendo Pepín quien se llevara el gato al agua, por delante de mí (2º) y de Manu Vega (3º). Grandes sensaciones que contrastaron con las vividas en el Cto de España de Duatlón, dos semanas después.

Entre dos galgos. Esto sí es correr.


Una herida en el pie y un catarro convirtieron la carrera de Soria en una tortura. Quinto de España en mi Grupo de Edad en duatlón Sprint, y gracias. No había más, y sólo quedaban dos semanas para Alcobendas. Esas dos semanas fueron más duras aún. No pude entrenar a pie por culpa de la herida. En bici iba bien, y en ese sector puse toda la esperanza de sacar algo bueno del europeo.

Recuerdo amanecer en Alcobendas el día de la carrera, asomarme a la ventana y ver llover a chuzos... ¡Qué bajón! Pero la competición, distancia larga (10km a pie+40 km bici+5km a pie) y dura, puso a cada uno en su sitio y a mí me regaló una medalla de plata que el daltonismo inducido por la emoción del momento me hacía verla dorada.

Plata Europea (GE 25-29)

Se me atragantan los ingleses

Lo mejor de todo es compartirlo. Gracias! :)



El bajón de Abril para luego remontar
En una fase de la temporada en la que sentía que iba cuesta abajo, conseguir rascar chapa en el europeo fue una grata sorpresa. Pero la cuesta abajo seguía, y el mes de Abril fue horrible. Malas sensaciones entrenando, pocas ganas y falta de objetivos a corto plazo hicieron de la espera hasta el comienzo de los triatlones un periplo por el desierto. Un cuarto puesto en el Duatlón de Cabezón y el consiguiente título de campeón universitario de la especialidad no sirvieron para recuperar la chispa.

Pódium universitario de duatlón


Pero llegó Junio, calorcito, y las piernas empezaron a despertar. Antes de competir en las pruebas del Circuito Cántabro de Triatlón me fui con Pablo Gutierrez a Gorlitz. Carrera preciosa pero donde, la peligrosidad de la bici me dejó con la duda de si podría haber optado a pódium. Decimotercer puesto engañoso y confianza para arrancar los triatlones cántabros.

Empezamos a afinar: Triatlón de Gorlitz

El primero fue el de San Vicente (Sprint con drafting) y donde pude comprobar la tónica general de lo que se preveía un verano difícil, si quería revalidar el título de Campeón del Circuito. En la primera, Sergio Correa, escoltado por su ejército del Triatlón Santander, se hizo con el triunfo. Yo rasqué un segundo puesto a base de correr con el alma para que todos los que me fueron chupando rueda en bici no me ganaran.

Triatlón de San Vicente

Un parón de una semana sin triatlones en Cantabria me hizo moverme hasta mi tierra y tomar la salida del triatlón Sprint de San Esteban de Pravia. Buena natación, buena bici (salvo en las bajadas) y mejor carrera a pie para hacerme con una victoria muy currada.

El segundo asalto, triatlón sin drafting de Suances, me lo llevé yo, en un apasionante mano a mano con Sergio, que creo que ha sido la lucha más bonita que hemos tenido, junto con la del Campeonato de España de duatlón del año anterior. Segundo puesto de la general y primer cántabro. Empate a puntos en el circuito.

El gesto de Gonzalo (al fondo) lo dice todo


La tercera era el Triatlón de Laredo. Gran organización y ambiente. A priori, similar a Suances, por lo que tenía que aprovechar la circunstancia e intentar ganar. Pero no tuve el día a pie. Bien nadando y en bici, pero en carrera, cuando tenía el primer puesto a 15 segundos, me desfondé y entré en meta tercero. Victoria incontestable de Sergio y segundo puesto de Gorka que ponía cuesta arriba la posibilidad de hacerme con el circuito. De las tres carreras restantes, dos eran con drafting, favorables para Sergio. Sin duda desaproveché en Laredo mi última baza para desequilibrar la balanza a mi favor.

¡Corre que quema! Triatlón de Laredo

Dos semanas por el medio hasta el siguiente triatlón, así que el finde que tenía libre me fui a Gijón a correr el Campeonato de España de Biatlón. Título Nacional Sénior en una carrera explosiva y divertida, pero en la que casi me dejo un dedo del pie en la rampa de acceso al agua.

Pódium Cto de España Senior de Biatlón

Antes del parón veraniego corrimos la cuarta prueba del circuito: El triatlón Sur de Cantabria. Y se repitió la película de San Vicente, yo solo contra todos y un equipo, el triatlón Santander, en el que el éxito de uno (Sergio Correa) puede más que la satisfacción del resto. Renunciar a hacer un buen puesto por un compañero carrera sí y carrera también es muy bonito y bla bla bla, pero para eso yo no iría a los triatlones, deporte que considero individual. Por poner un ejemplo, si va Cabellos (compañero del Bender Triatlón) por delante de mí en bici y yo detrás persiguiéndole, nadie me va a decir que no tire, iría a por él y si puedo ganarle le gano. Total, segundo puesto detrás de Correa bajándome a correr acalambrado y corriendo más, por cojones, que por fuerza. Contento, pero el circuito, a falta de dos pruebas, era casi matemáticamente para Sergio.

Foto del Post-carrera en el Pantano del Ebro


El finde siguiente fuimos a Almazán (Soria) para defender los colores de la selección cántabra de triatlón. Corrimos el sábado la prueba individual y el domingo los relevos. Sergio Correa, Guillermo Ruíz, Marcos Mendiola, Jorge Cueto, Ánder Sáez, Pilar Miralles, María Gómez, Elena Villanueva y un servidor, pasamos un gran fin de semana de convivencia, con Juanra como seleccionador. Otra experiencia a la buchaca. En lo deportivo, mal. Mientras no aprenda a nadar, no tengo nada que hacer a nivel nacional.

Selección Cántabra de Triatlón masculina

Ricas aguas...


Parón triatlético y tiempo para las millas
Como soy culo inquieto y no me gusta parar, el resto de Julio me dediqué a correr millas. La primera, en Santander, me hice con el triunfo en categoría de federados. El finde siguiente, en Polanco, hice tercero y por último, antes de mis vacaciones de verdad, corrí la milla Élite de Selaya, invitado de nuevo por mi club y mejorando mi marca y puesto del año anterior (13º con 4:42).

Moreno parcheado para ganar en Santander



Nunca te rindas, haz justicia: gran final de temporada
Y ahora sí, Agosto me lo tomé como un periodo de transición y descanso competitivo antes de afrontar los dos últimos triatlones de la temporada cántabra (Comillas y Santander). Con el circuito Liberbank casi perdido, aún soñaba con ser, al menos, campeón regional en Comillas, pero Septiembre empezó con sorpresa. Tras un par de semanas de buenos entrenos y sensaciones, decidí adelantar el debut otoñal una semana y correr el Triatlón de Santa Olaya en Gijón. Me iba  servir para coger chispa de cara a Comillas (dos semanas después). Pero una gastroenteritis de caballo me tumbó, literalmente, el día antes. Fiebre, vómitos y diarrea durante cuatro días, convirtieron mi cuerpo en un escombro. Me quedé con tres kilos menos y sin fuerza. Una semana antes de Comillas quise desapuntarme de la prueba porque me costaba correr 30 minutos seguidos a ritmo trotón. Pero la debilidad, tan rápido como vino, se fue, y por lo menos, los cinco días antes del regional pude entrenar bien. Llegué a Comillas con dudas, pero las resolví con una victoria regional y segundo de la carrera. Anonadado me quedé... no me lo podía creer.

¿qué he ganado? 

Moooola :)


La ausencia de Correa me permitió salvar la primera bola de partido y dejar abierta la esperanza para la última del año: el Triatlón de Santander. Llegó el día, y llegué perfecto de forma y motivado. Aunque Sergio volvió a decidir no correr, a mí solo me valía ganar, entrar primer cántabro. Los componentes del Buelna plantearon una estrategia de equipo para que ganara Esteban Cerro, pero no les funcionó y conseguí el triunfo, bregando de nuevo solo en bici, y dejándome el alma en la carrera a pie.
Imagen que habla por sí sola

El abrazo del oso

Euforia del presi


Punto y final a una temporada llena de sorpresas, casi todas buenas, y en la que volví a hacerme con el Campeonato Regional de Cantabria de Triatlón, con el Circuito Liberbank y, por supuesto, volví a disfrutar del deporte con amigos.

Lo que somos... lo que soy :)


Gracias a todos los que me habéis dado la mano en este 2015. El año que viene prometo volver con la misma ilusión, no sé lo que voy a correr, pero seguro que muchas carreras. Ahora descanso, reflexión  y disfrute.

Sean todos muy felices





Es de bien nacidos ser agradecidos

Antes de meterme a repasar, carrera a carrera, toda la temporada, me gustaría dar las gracias a quienes, de alguna forma, han puesto su granito de arena para que el "menda" que escribe pueda competir lo más dignamente posible. Hablo de patrocinadores, colaboradores y gente que me ha ayudado.

Y el primero que merece el agradecimiento es mi hermano mayor Pablito Gutiérrez, que me ha "adoptado" en su pandilla de amigos "Bender Triatlón" y con quien he pasado uno de los mejores años de mi vida. Compartir entrenos, cenas, fiestas... no lo tienen todos los equipos, y el nuestro, ante todo, es un grupo de amigos, competitivos y postureros, pero amigos. Desde aquí no tengo ningún problema en decir que el año que viene voy a seguir vestido de rojo Bender.

Truebasport
En segundo lugar, como muchos habréis visto, este año he competido con un pepino de bici de contrarreloj Cerveló P2, prestada por Bicicletas Trueba. Por tanto, no puedo pasar por alto dar las gracias a Fermín por la ayuda y el préstamo. Bicicleta que en unos días se pondrá a la venta a un precio casi regalado y con solo uso en competición. El recuerdo que me queda de esta bici es, sobre todo, la comodidad que sentí al subirme a ella por primera vez. Además es una bici que, pese a ser de crono, va bien todos los terrenos y rueda muy fina. Para que os hagáis una idea, en un recorrido de 30 km y +600 metros de desnivel positivo, la Cerveló P2 ha sido, de media, dos minutos más rápida que mi bici de carretera con acoples, por lo que nunca he tenido duda en usarla en triatlones y duatlones con fuertes desniveles.





Catlike
Otra gran colaboración que he tenido esta temporada ha sido la de "Catlike", empresa especializada en cascos, gafas y zapatillas de bici. Pertenecer a su equipo de patrocinados ha sido un orgullo para mí, y espero seguir formando parte del mismo la próxima temporada. Del material prestado ¿qué decir? Sin querer ser pelota, de las tres cosas que me han dado (casco aero Chrono WT, zapatillas de bici Whisper Tri y gafas D´Lux) el casco lo he usado en todos los triatlones sin drafting y me resulta mucho más cómodo que ninguno de los anteriores que he tenido, además de ser posturero a tope jeje. De las zapatillas de bici he de decir que se ajustan de maravilla y son muy rígidas, pero de cara al año que viene se debería alargar ligeramente la lengüeta para evitar que se salga de la hebilla cuando nos calzamos en marcha en los triatlones. Un problema menor, que si se soluciona, convierte a estas zapatillas en la mejor opción para triatletas. Y las gafas, aparte de cómodas, también son postureras.




Sscar
Siguiendo con el material, la empresa cántabra Sscar me ha hecho un buen descuento en sus ruedas de carbono modelo An y perfil 50 mm para tubular. Son unas ruedas ligeras y finas, con rodamientos cerámicos que yo pensaba que no se iban a notar, pero vaya si se notan: menor resistencia al disminuir la fricción del eje. También destaca la capacidad para absorber las rachas de viento laterales sin que el ciclista lo note. Había tenido otras ruedas de perfil 50mm y al mínimo viento la rueda de delante lo notaba y la bici se desestabilizaba con facilidad. Las Sscar aguantan rachas laterales de más de 50 km/h  (comprobado de primera mano).




3 Action
Ya pasando al tema nutricional, la empresa 3 Action también ha colaborado conmigo aportando barritas y geles. Probé casi todos sus productos, y si tengo que quedarme con uno sería con las barritas Energy Bar de chocolate y plátano. Son un vicio, y el toque de cafeína que llevan ayuda a revivir un poco, no solo entrenando, sino en los largos días de curro. No hay día que vaya al IH a trabajar sin un par de ellas. También me ha gustado bastante los botecitos de Guaraná, que dan chispa antes de las carreras, y los geles de fresa para la bici.




Me gusta la naranja.com
Y uno de los descubrimientos del año, tanto para mí, como para mi familia, que somos todos muy naranjeros, fue contar con la colaboración de la empresa "Me gusta la naranja". Es una empresa pequeña, liderada por Isma, que tiene un campo de naranjas en Valencia y sirve directamente al consumidor, sin intermediarios. Pronto empezará la nueva temporada de naranja, y en mi casa nunca faltan. Lo mejor de Isma y su empresa es el mimo a los clientes. Nos conoce a todos individualmente, se preocupa porque todos los pedidos lleguen bien y le importa mucho nuestra opinón. Pedir naranjas por internet es mucho más cómodo que ir al súper. Accedes a su página, haces el pedido, esa misma tarde Isma coge las naranjas del árbol y al día siguiente las tienes en la puerta de casa. Mejor precio que en los supermercados y de calidad superior, al llegar directamente del árbol a tu casa.





jueves, 8 de octubre de 2015

NÚMEROS DE LA TEMPORADA

Llega el fin de otra temporada, y con ella el momento de hacer balance. Esta entrada va dedicada a los amantes de las estadísticas, de los números; a los que son meticulosos con sus entrenamiento y les gusta saber cómo entrenan en relación a los demás. Ni trampa ni cartón, aquí están todos mis datos de la temporada 2015 (de Noviembre 2014 a Octubre 2015: 11 meses)

   

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NATACIÓN



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CICLISMO


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CARRERA A PIE

domingo, 4 de octubre de 2015

TRIATLÓN DE SANTANDER 2015: ¡¡¡VICTORIA Y JUSTICIA!!!!

¡Qué fácil se escriben las crónicas cuando las cosas salen bien! Pocas veces había cruzado la línea de meta de un triatlón con la rabia, alegría y liberación como esta vez en Santander. Los que me conocen y me sufren día a día saben todos los entresijos de una temporada que, aunque pueda parecer que ha sido de color de rosa, ha tenido momentos duros en los que ha tocado dar la cara.

El sentimiento de ser tú contra todos ha explotado en el Triatlón de Santander, donde, además de llevarme la victoria de la carrera me llevé otro premio, el de la regularidad, ganando el Circuito Liberbank de Triatlón 2015.


Entre estas dos fotos han pasado dos años (2013 y 2015) era un presagio

Recapitulando... Septiembre asomó la cabeza con sólo dos pruebas restantes para completar las seis de las que consta el Circuito Cántabro de Triatlón. Para ganarlo no hacía falta echar muchos números, solo me valía la victoria (entrar primer cántabro) en Comillas y en Santander. En Comillas salvé la primera bola de partido, pero era una carrera, a priori, más favorable que Santander. Por lo que llegar vivo a la última prueba del año le daba un punto de interés y tensión que me gusta. El rival, Sergio Correa, decidió no acudir a la cita santanderina a defender su liderato en el Circuito, no obstante, compañeros suyos y también otros triatletas del Buelna podían hacerlo por él, porque como digo, independientemente de si corría o no, a mí solo me valía ganar.

Preciosa foto de Luisma

Madrugón para bajar hasta el Sardinero, en una mañana de viento Sur y lluvia que auguraba una carrera de supervivencia. Además, la modificación de los circuitos, haciéndonos dar 9 vueltas en bici y 5 vueltas a pie, hacía que la peligrosidad aumentara.

Con algo de retraso fuimos dejando el material en boxes y poniéndonos el neopreno. Éramos pocos, pero conocidos, y entre nosotros el regreso de un mítico, Víctor Carrera, pero con los colores del Ferrol, y que apuntaba a ser uno de los favoritos al triunfo. Al no estar federado en Cantabria, yo tenía el ojo puesto en otros triatletas, como Esteban Cerro, Sergio Bolado, Guillermo Ruíz, Iván Cazorla, Dani García o Ánder Sáez. Un buen séquito de nadadores que como se entendieran en bici las iba a pasar canutas para tener alguna opción. La estrategia era clara: A bloque desde el principio. Además, correr en casa es sinónimo siempre de afición. Una afición liderada por mis compañeros de la UC Nacio, Adri, Álvaro, Sergio y Jose, que no faltan nunca a esta carrera y a los que les agradezco mucho su apoyo.

Camino del agua fui hablando con Víctor sobre la vida en general, sobre cómo nos iba, más allá del tema deportivo y hacia donde apuntaban nuestras trayectorias laborales. Conversación que me ayudó a romper la tensión que tenía encima desde por la mañana. Tanto, que sin darme cuenta mis pies ya acariciaban el agua del Sardinero.

Se acabaron las bromas

Unas brazadas de calentamiento, para ratificar las buenas sensaciones, y todos a línea de salida. Me coloqué por la izquierda, siendo el circuito de natación de tres boyas, todas girando hacia el lado zurdo, como más me gusta a mí. El mar en calma, los neoprenos listos y... BEEEEEEEEP!! Salida caótica, donde procuro ponerme a los pies de Cazorla, pero duro menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Por lo que antes de llegar al primer giro me encuentro nadando solo, y perdiendo metros con los primeros. Llegamos al flotante rojo y se forma un buen cristo. La gente pasando unos por encima de otros y yo, consigo librar la montonera por el interior, haciendo un par de brazadas a braza. 

Primera boya = leñazo limpio

Cuando enfilamos el largo paralelo a la costa, sentido Hotel Chiqui, empiezo a nadar con comodidad, en paralelo a un chico de gorro amarillo que intuyo que es Dani Lanza, pero no estoy seguro. Pasan los metros, voy fuerte y dejo a varios de mis compañeros por detrás, pero pronto nos volvemos a encontrar con otra boya roja, la que nos dejaría mirando hacia la arena. Consigo cogerla por dentro también y afronto los últimos metros detrás de unos pies que creo que son los de Sergio Bolado. Toco tierra... ¡menudo mareo! Me quito la parte de arriba del neopreno y veo que a mi derecha está Oscar. Le animo para que corra en la transición y poder ir juntos en bici, pero los 400 metros de T1 hasta llegar al box se hacen largos y se queda atrás.

Saliendo del agua con Dani, creo que nos hemos ido viendo toda la natación

Sufro muchísimo esos metros y llego a boxes aturdido. Se me cae el casco, pierdo algo de tiempo, pero no mucho, y cojo la bici. A lo lejos veo al grupo de cabeza, a menos de 30 segundos, por lo que sueño con poder enlazar. Me subo a la flaca con Ánder, Emilio y Bolado, y me pongo a tirar con todo... pero no... El viento en contra en la ida por la S-20 hace imposible que recorte tiempo al pelotón delantero. Los veo cerca, muy cerca, pero es pura impotencia no poder acercarme. Y después de tirar yo solito toda la primera vuelta, Sergio Bolado, sale de la techumbre, ataca y me deja clavado. ¡Mierda! Lo peor que me podía pasar es que él contactara con los de delante y se pusiesen a tirar todos. Yo contra 7 no puedo... aunque esta haya sido la dinámica general de toda la temporada.
Sigo a lo mío y contemplo con rabia como mis peores presagios se cumplen. Sergio contacta con el grupo de cabeza y en él van otros que tiran bien en bici, como Guillermo Ruíz. Pero pasan dos...tres vueltas y les mantengo la distancia. Eso sí, la pila se me va acabando y cuando pega la surada en contra sufro mucho. Suplico a Emilio y a Ánder que me den algún relevo. Emilio dice que no. Vuelvo a suplicar y Ánder pasa a tirar. Son 10 o 15 segundos que me sirven para coger aire y seguir mi camino.

Bregando... toma I

En cada vuelta los de cabeza se mantienen a 30 o 40 segundos, margen que me puedo permitir en la carrera a pie, pero con la duda de si el hecho de ir tirando todo el rato me va a pasar factura al correr. Las vueltas caen y cada vez tengo menos fuelle, por lo que llego a la novena y última a más de un minuto del grupo... Pufff ¡qué tostada!

Bregando... toma II

Dejo la bici en estado de shock. No tengo fuerza, pero empiezo a correr y lo que mueve a las piernas es mi alma. El cúmulo de sentimientos que llevo dentro hace que estas se muevan rápido. Completo la primera de las cinco vueltas a pie... Esto va a ser largo, pienso, y para mi sorpresa, en la segunda atisbo a pocos metros a los fugados. Los primeros en caer son Ruma y Esteban Cerro, mucho antes de lo que me imaginaba, luego Guillermo Ruíz y, sin darme cuenta, soy segundo y solo llevo dos vueltas.

Persiguiendo a Esteban

 Entrar primer cántabro parece que lo tengo asegurado, pero esta vez quiero más, quiero, de una vez por todas, conseguir lo que creo que me merezco después de bregar en bici como lo hice. Y no solo por esta carrera, sino por la tónica general de la temporada, en la que mi esfuerzo en los sectores ciclistas, luchando yo contra todos, o todos contra mí, merecía una recompensa en forma de triunfo. Así que me fui a por el bueno de Víctor Carrera, que pagó los platos rotos de la rabia que llevaba dentro, y pasé a liderar la prueba a falta de tres vueltas.

Corriendo la banda del Sardinero (Como dice mi amigo Álvaro)
A ritmo constante y machacón fui completando el sector, controlando que Víctor no se acercase y disfrutando del momento. Pocas veces me he sentido tan feliz en plena carrera. Saludos a mis compañeros del Bender que iba doblando, incluso compartiendo metros con Pablito Gutiérrez o mi amigo Luis Cue. El premio iba a llegar y de la mejor forma.

"Trotando" con el presi jejeje

y disfrutando...¡qué narices!
Última vuelta, últimos metros y veo la meta. Me paro, es mi momento, levanto los brazos y me quedo en blanco. Cruce de emociones al pasar la línea de meta. Recuerdo ver a Gonzalo, el primero en abrazarme. Estoy bloqueado, nunca me había pasado. No sé ni lo que me pasa, y quizás aún no lo entienda, pero creo que acabo de hacer justicia.






Saludando a un grande, Víctor Carrera (2º) ¡Enhorabuena!

Disfruto del momento, me abrazo con todos, mis padres, mis amigos de la UC, mis compañeros de equipo, con el resto de triatletas. Y desde Oxford siento el abrazo también de Vanesa, que es quien mejor sabe lo que esto significa para mí.

Por fin en medio ;)
The family!! ;)


Por fin una victoria en un triatlón de circuito, y, además la victoria que me da el triunfo en la general del Circuito Liberbank de Triatlón. Faltó Sergio Correa, me da pena por ello y me hubiese gustado ganar, o perder, en igualdad de condiciones, pero en Santander estábamos los que estábamos y ninguno me regaló nada.

Mi mejor alumno jaja ;)
Y para rematar la faena Lucía Blanco gana en chicas la carrera y también el Circuito Liberbank de Triatlón. Doblete del Bénder, quizás histórico ¿alguien sabe si alguna vez un equipo se llevó ambos títulos, tanto masculino como femenino? Pues este equipo formado a base de buen rollo y amigos, que compartimos mucho más que triatlón, lo ha conseguido, y es quizás por lo que más orgulloso estoy. OLE POR TODOS VOSOTROS.

Antes de terminar propongo un reconocimiento a todos los fotógrafos que nos regalan estas imágenes carrera tras carrera. Mil gracias Luisma, Ruth, y mis compis del Bender que me han pasado las fotos :)

Y ahora un descansito de dos semanas y a pensar en 2016... esto no para.