domingo, 4 de octubre de 2015

TRIATLÓN DE SANTANDER 2015: ¡¡¡VICTORIA Y JUSTICIA!!!!

¡Qué fácil se escriben las crónicas cuando las cosas salen bien! Pocas veces había cruzado la línea de meta de un triatlón con la rabia, alegría y liberación como esta vez en Santander. Los que me conocen y me sufren día a día saben todos los entresijos de una temporada que, aunque pueda parecer que ha sido de color de rosa, ha tenido momentos duros en los que ha tocado dar la cara.

El sentimiento de ser tú contra todos ha explotado en el Triatlón de Santander, donde, además de llevarme la victoria de la carrera me llevé otro premio, el de la regularidad, ganando el Circuito Liberbank de Triatlón 2015.


Entre estas dos fotos han pasado dos años (2013 y 2015) era un presagio

Recapitulando... Septiembre asomó la cabeza con sólo dos pruebas restantes para completar las seis de las que consta el Circuito Cántabro de Triatlón. Para ganarlo no hacía falta echar muchos números, solo me valía la victoria (entrar primer cántabro) en Comillas y en Santander. En Comillas salvé la primera bola de partido, pero era una carrera, a priori, más favorable que Santander. Por lo que llegar vivo a la última prueba del año le daba un punto de interés y tensión que me gusta. El rival, Sergio Correa, decidió no acudir a la cita santanderina a defender su liderato en el Circuito, no obstante, compañeros suyos y también otros triatletas del Buelna podían hacerlo por él, porque como digo, independientemente de si corría o no, a mí solo me valía ganar.

Preciosa foto de Luisma

Madrugón para bajar hasta el Sardinero, en una mañana de viento Sur y lluvia que auguraba una carrera de supervivencia. Además, la modificación de los circuitos, haciéndonos dar 9 vueltas en bici y 5 vueltas a pie, hacía que la peligrosidad aumentara.

Con algo de retraso fuimos dejando el material en boxes y poniéndonos el neopreno. Éramos pocos, pero conocidos, y entre nosotros el regreso de un mítico, Víctor Carrera, pero con los colores del Ferrol, y que apuntaba a ser uno de los favoritos al triunfo. Al no estar federado en Cantabria, yo tenía el ojo puesto en otros triatletas, como Esteban Cerro, Sergio Bolado, Guillermo Ruíz, Iván Cazorla, Dani García o Ánder Sáez. Un buen séquito de nadadores que como se entendieran en bici las iba a pasar canutas para tener alguna opción. La estrategia era clara: A bloque desde el principio. Además, correr en casa es sinónimo siempre de afición. Una afición liderada por mis compañeros de la UC Nacio, Adri, Álvaro, Sergio y Jose, que no faltan nunca a esta carrera y a los que les agradezco mucho su apoyo.

Camino del agua fui hablando con Víctor sobre la vida en general, sobre cómo nos iba, más allá del tema deportivo y hacia donde apuntaban nuestras trayectorias laborales. Conversación que me ayudó a romper la tensión que tenía encima desde por la mañana. Tanto, que sin darme cuenta mis pies ya acariciaban el agua del Sardinero.

Se acabaron las bromas

Unas brazadas de calentamiento, para ratificar las buenas sensaciones, y todos a línea de salida. Me coloqué por la izquierda, siendo el circuito de natación de tres boyas, todas girando hacia el lado zurdo, como más me gusta a mí. El mar en calma, los neoprenos listos y... BEEEEEEEEP!! Salida caótica, donde procuro ponerme a los pies de Cazorla, pero duro menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Por lo que antes de llegar al primer giro me encuentro nadando solo, y perdiendo metros con los primeros. Llegamos al flotante rojo y se forma un buen cristo. La gente pasando unos por encima de otros y yo, consigo librar la montonera por el interior, haciendo un par de brazadas a braza. 

Primera boya = leñazo limpio

Cuando enfilamos el largo paralelo a la costa, sentido Hotel Chiqui, empiezo a nadar con comodidad, en paralelo a un chico de gorro amarillo que intuyo que es Dani Lanza, pero no estoy seguro. Pasan los metros, voy fuerte y dejo a varios de mis compañeros por detrás, pero pronto nos volvemos a encontrar con otra boya roja, la que nos dejaría mirando hacia la arena. Consigo cogerla por dentro también y afronto los últimos metros detrás de unos pies que creo que son los de Sergio Bolado. Toco tierra... ¡menudo mareo! Me quito la parte de arriba del neopreno y veo que a mi derecha está Oscar. Le animo para que corra en la transición y poder ir juntos en bici, pero los 400 metros de T1 hasta llegar al box se hacen largos y se queda atrás.

Saliendo del agua con Dani, creo que nos hemos ido viendo toda la natación

Sufro muchísimo esos metros y llego a boxes aturdido. Se me cae el casco, pierdo algo de tiempo, pero no mucho, y cojo la bici. A lo lejos veo al grupo de cabeza, a menos de 30 segundos, por lo que sueño con poder enlazar. Me subo a la flaca con Ánder, Emilio y Bolado, y me pongo a tirar con todo... pero no... El viento en contra en la ida por la S-20 hace imposible que recorte tiempo al pelotón delantero. Los veo cerca, muy cerca, pero es pura impotencia no poder acercarme. Y después de tirar yo solito toda la primera vuelta, Sergio Bolado, sale de la techumbre, ataca y me deja clavado. ¡Mierda! Lo peor que me podía pasar es que él contactara con los de delante y se pusiesen a tirar todos. Yo contra 7 no puedo... aunque esta haya sido la dinámica general de toda la temporada.
Sigo a lo mío y contemplo con rabia como mis peores presagios se cumplen. Sergio contacta con el grupo de cabeza y en él van otros que tiran bien en bici, como Guillermo Ruíz. Pero pasan dos...tres vueltas y les mantengo la distancia. Eso sí, la pila se me va acabando y cuando pega la surada en contra sufro mucho. Suplico a Emilio y a Ánder que me den algún relevo. Emilio dice que no. Vuelvo a suplicar y Ánder pasa a tirar. Son 10 o 15 segundos que me sirven para coger aire y seguir mi camino.

Bregando... toma I

En cada vuelta los de cabeza se mantienen a 30 o 40 segundos, margen que me puedo permitir en la carrera a pie, pero con la duda de si el hecho de ir tirando todo el rato me va a pasar factura al correr. Las vueltas caen y cada vez tengo menos fuelle, por lo que llego a la novena y última a más de un minuto del grupo... Pufff ¡qué tostada!

Bregando... toma II

Dejo la bici en estado de shock. No tengo fuerza, pero empiezo a correr y lo que mueve a las piernas es mi alma. El cúmulo de sentimientos que llevo dentro hace que estas se muevan rápido. Completo la primera de las cinco vueltas a pie... Esto va a ser largo, pienso, y para mi sorpresa, en la segunda atisbo a pocos metros a los fugados. Los primeros en caer son Ruma y Esteban Cerro, mucho antes de lo que me imaginaba, luego Guillermo Ruíz y, sin darme cuenta, soy segundo y solo llevo dos vueltas.

Persiguiendo a Esteban

 Entrar primer cántabro parece que lo tengo asegurado, pero esta vez quiero más, quiero, de una vez por todas, conseguir lo que creo que me merezco después de bregar en bici como lo hice. Y no solo por esta carrera, sino por la tónica general de la temporada, en la que mi esfuerzo en los sectores ciclistas, luchando yo contra todos, o todos contra mí, merecía una recompensa en forma de triunfo. Así que me fui a por el bueno de Víctor Carrera, que pagó los platos rotos de la rabia que llevaba dentro, y pasé a liderar la prueba a falta de tres vueltas.

Corriendo la banda del Sardinero (Como dice mi amigo Álvaro)
A ritmo constante y machacón fui completando el sector, controlando que Víctor no se acercase y disfrutando del momento. Pocas veces me he sentido tan feliz en plena carrera. Saludos a mis compañeros del Bender que iba doblando, incluso compartiendo metros con Pablito Gutiérrez o mi amigo Luis Cue. El premio iba a llegar y de la mejor forma.

"Trotando" con el presi jejeje

y disfrutando...¡qué narices!
Última vuelta, últimos metros y veo la meta. Me paro, es mi momento, levanto los brazos y me quedo en blanco. Cruce de emociones al pasar la línea de meta. Recuerdo ver a Gonzalo, el primero en abrazarme. Estoy bloqueado, nunca me había pasado. No sé ni lo que me pasa, y quizás aún no lo entienda, pero creo que acabo de hacer justicia.






Saludando a un grande, Víctor Carrera (2º) ¡Enhorabuena!

Disfruto del momento, me abrazo con todos, mis padres, mis amigos de la UC, mis compañeros de equipo, con el resto de triatletas. Y desde Oxford siento el abrazo también de Vanesa, que es quien mejor sabe lo que esto significa para mí.

Por fin en medio ;)
The family!! ;)


Por fin una victoria en un triatlón de circuito, y, además la victoria que me da el triunfo en la general del Circuito Liberbank de Triatlón. Faltó Sergio Correa, me da pena por ello y me hubiese gustado ganar, o perder, en igualdad de condiciones, pero en Santander estábamos los que estábamos y ninguno me regaló nada.

Mi mejor alumno jaja ;)
Y para rematar la faena Lucía Blanco gana en chicas la carrera y también el Circuito Liberbank de Triatlón. Doblete del Bénder, quizás histórico ¿alguien sabe si alguna vez un equipo se llevó ambos títulos, tanto masculino como femenino? Pues este equipo formado a base de buen rollo y amigos, que compartimos mucho más que triatlón, lo ha conseguido, y es quizás por lo que más orgulloso estoy. OLE POR TODOS VOSOTROS.

Antes de terminar propongo un reconocimiento a todos los fotógrafos que nos regalan estas imágenes carrera tras carrera. Mil gracias Luisma, Ruth, y mis compis del Bender que me han pasado las fotos :)

Y ahora un descansito de dos semanas y a pensar en 2016... esto no para.

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