domingo, 27 de marzo de 2016

DUATLÓN DE GIJÓN 2016: Mi primera victoria en Duatlón

Por fin gané mi primer duatlón. Hay mucha gente que se ha sorprendido al enterarse de que era la primera, pero sí, han pasado cinco años desde mi debut y aún no había tenido la suerte de hacerme con un triunfo en esta especialidad. En Gijón me quité esa cuenta pendiente y me lo he vuelto a pasar pipa en una carrera emocionante.

Tras hablar el pasado lunes con mi míster, Juan Carlos, decidí apuntarme al Duatlón Villa de Gijón in-extremis y con el único objetivo se hacer un entrenamiento de calidad de cara al Campeonato de España de Cerdanyola que se disputa el próximo fin de semana. Por tanto, tocaba una semana de bastante volumen de entrenamiento, series, gimnasio y nada de descanso para el duatlón. Misma estrategia seguida una semana antes en el Duatlon de Santander donde la carga de entrenamiento no la noté en exceso y creo haber rendido a buen nivel.



La hora intempestiva a las que nos pusieron la carrera (9:35 de la mañana) me obligó a levantarme a las 5:30, para satisfacer mi caprichoso estómago con un buen zumo de las mejores naranjas (megustalanaranja.es) y un tazón de copos de avena con yogur, miel y canela. Desayuno que siempre me sentó bien y que está vez no iba a ser menos. A las 8:30 puse rumbo a Gijón, acompañado de mis padres y con bastantes ganas de pasar la mañana dándole candela al cuerpo. Llegar a la playa de Poniente y empezar a respirar el ambiente de carrera es la mejor sensación. Dentro de la tensión que se respira, hay tiempo para saludar y desear suerte a amigos como Luis Cue, que iba a intentar mejorar el cuarto puesto del pasado año en distancia SuperSprint.

Dejo la bici en boxes y me voy a calentar y a concentrarme. Las sensaciones no son buenas, se notan los 21 km + 1 horita de gimnasio de hace dos días y las piernas van como troncos. Pero tampoco me quiero preocupar, es normal y hay que salir a por todas igualmente.
Con puntualidad nos colocamos en salida unos 140 duatletas para afrontar 5 km a pie, 20 km de bici y 2,5 km a pie. Entre los candidatos al triunfo Oscar Buján era, para mí, el más fuerte, aunque este año ha llegado a este mundillo gente joven muy buena como Ciro Canseco o Diego Martín, que también optan a la victoria y que ya me ganaron hace dos semanas en Morcín. A ellos se suma el veterano Jorge López de la Puente, segundo el año pasado y campeón del mundo de su grupo de edad en Pontevedra en 2014 o Ricardo Alcalde, gran especialista en carrera a pie.



Se da la salida y Oscar coge la cabeza. Los primeros metros se hacen muy rápido y no me quiero calentar, por lo que aguanto entre los 10 primeros y espero a que mis piernas, aún dormidas. Llegamos a la zona de giros... Recta-giro-recta-giro... Y así más de 15 veces, siendo imposible coger ritmo durante todo el primer kilómetro. Cuando salimos de la ratonera me colocó tercero, a la rueda de Ricardo Alcalde y Oscar, pero no voy fino. Por detrás no estamos abriendo hueco y veo que Oscar se preocupa y no deja de girar la cabeza buscándome, pero hoy, como digo, con ir rodando a 3:10 tenía bastante. Completamos la primera vuelta y parece que los tres conseguimos unos metros de ventaja con el siguiente grupo donde van Martin o Ciro, entre otros. No queda otra que echar el resto para no perder este tren, pienso. Sufro más de la cuenta siguiendo a Oscar y por fin se terminan los primeros agónicos 5000 metros, a poco más de 3:10 el km y permitiéndonos llegar a la transición tres duatletas, ideal para intentar irnos solos en bici.  



Hacemos el cambio a la bicicleta y pronto nos entendemos los tres. Sin escatimar en esfuerzos y haciendo cada uno lo que puede, vamos pasándonos relevos cortos y animándonos para que no nos pillen por detrás. Para mi sorpresa, a punto estoy de escaparme en el giro de 180 grados de la primera vuelta, donde, sin querer, abrí un hueco de unos 50 metros con mis compañeros de viaje. Por la cabeza se me pasó aprovechar la oportunidad e intentar la machada de irme solo, pero al ver que por detrás venían recordándonos y que previsiblemente nos pillarían, preferí esperar y seguir a relevos con ellos. La aventura duró menos de dos vueltas. En el kilómetro 10 consigue enlazar con nosotros un grupo de 3 donde van Jorge López y Diego Martín. Desde ese momento se acabó la colaboración. Parece que nadie quiere tirar, produciéndose un pequeño parón que aprovecha el pelotón de 10 unidades que nos perseguía para unirse a la fiesta. Demasiada gente para organizarse, así que la estrategia es clara: controlar la carrera, bajarse a correr descansado y estar atento a posibles ataques. No tienen nada que ver los pelotones de bici de Asturias con los de Candaría, donde el nivel sobre las dos ruedas es mucho más alto y los grupos, como el que se formó el pasado fin de semana en el duatlón de Santander, son más parecidos a los de una carrera ciclista Máster. 



Volviendo a Gijón, un tímido ataque de Ciro antes de la transición ayuda a avivar las piernas e incluso viene bien para activarlas de cara a la carrera a pie. Se prevé un final carrera emocionantísimo y muy abierto. En los últimos metros de bici voy pensando que tengo que hacer la mejor transición posible para tener opciones porque soy de los pocos que va con zapatillas de bici y eso me va a hacer perder unos segundos. Además, así como en Asturias el nivel de bici es más bajo que en Cantabria, a pie es mucho más alto y como me despiste me puedo ir más allá de top 10, pues del grupo de bici veía a muchos con posibilidades de mojarme la oreja.



Llegamos apelotonados a la transición, me trastabillo un poco al entrar y voy corriendo hasta mi sitio. Cuando poso la bici, Diego Martín ya está saliendo a correr... Me cambio las zapatillas, me quito el casco y al levantar la cabeza y ver que voy el 13 se me cae el alma a los pies. Bueno, esto todavía tiene arreglo, intento convencerme a mí mismo. Y con el precedente de la remontada del duatlón de Santander, me lanzo a por todas. Salgo de boxes como pollo sin cabeza a la caza de mis predecesores. Doce puestos me separan del triunfo y apenas 150 metros. Al primero que adelanto es a Ciro, buena señal, porque le consideraba de los más peligrosos a pie tras lo demostrado en Morcín. 



Hago lo mismo con otro puñado de duatletas entre los que está otro gran corredor como Ricardo Alcalde, y, cuando me quiero dar cuenta, antes de salir de la zona de giros ya voy tercero, a rueda de Oscar Buján y con el líder, Diego Martín, unos 50 metros por delante. No me lo pienso y paso a Oscar decidido a luchar por el triunfo hasta el último metro. No siento las piernas pero estas están corriendo a 3:05 y casi prefiero que sea así, es decir, no sentirlas. Falta 1 km para meta y el primer puesto está más a tiro que nunca. Toca ir hasta el final del paseo y me doy cuenta de que Diego empieza a quedarse, circunstancia que aprovecho para llegar donde él y, sin esperar, atacar con lo poco que me queda para no dar signos de debilidad. No miro hacia atrás hasta pasados unos metros pero sé que me estoy yendo. Tan solo la última recta me separa del arco de meta. Persigo la bici que abre carrera y oigo por megafonía anunciar mi llegada, sufro pero disfruto a la vez del último esfuerzo. Recta de meta, manos en alto y cruzó la cinta azul como ganador, por primera vez en mi vida, de un duatlón.





¡Qué ilusión me ha hecho! Nunca había ganado en esta especialidad y hacerlo delante de grandes duatletas como Oscar Buján, que finalmente entró segundo, y encima remontando en el último sector, es un privilegio. Tercer puesto para Diego Martín, que pese a haber debutado esta temporada en duatlón, en Gijón sentó cátedra de cómo ha de hacerse una transición.



Deberes hechos en dos sentidos, gran entreno de calidad afinando para el Nacional de Cerdanyola y como regalo una bonita victoria. Y esta quiero dedicársela a aquellos que están aportando su granito de arena esta temporada para que yo pueda disfrutar de este deporte. Se agradece que marcas como Catlike, Esvabikes, megustalanaranja.es, Keepgoing, ROTHAR, Motopie y SScar se involucren y me echen una cable. Por ellos merecen la pena estos esfuerzos. Y como no, gracias a Juan Carlos Llamas ( Básic Fitness), que es el encargado de engrasar mejor que nadie está máquina. Sin duda este año me he puesto en buenas manos.




Muchas gracias a todos por las felicitaciones y nos vemos en el campeonato de España en una semana.

PD: Gracias también a los fotógrafos que ayudan a darle color a esta crónica y a que nos llevemos un bonito recuerdo de la carrera.

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