domingo, 1 de enero de 2017

SAN SILVESTRE DE OVIEDO 2016: Perdedor es solo el que no lo intenta

*A expensas de conseguir fotos de la carrera, he tenido que arreglármelas con capturas de imagen de vídeo que, si bien tienen una calidad penosa, son la única forma de ilustrar medianamente esta crónica a día de hoy.

Es difícil, apenas unos minutos después de haber cruzado sexto la meta de la San Silvestre de Oviedo, escribir con la mente fría esta crónica, pero prefiero no dilatarla en el tiempo y que fluyan las sensaciones y sentimientos.

Como sabéis, la carrera de fin de año tiene un significado especial para mí. Cada temporada compito en decenas de pruebas y de todo tipo, pero ninguna tan especial como la San Silvestre de Oviedo. Hoy, 31 de Diciembre de 2016, llegué a la carrera con el "peso" de haber ganado el año pasado, pero con la misma ilusión con la que debuté allá por 2005.

Sin querer, me había metido una presión yo mismo nada buena y, por eso, quedarme fuera del pódium puede ser un punto de inflexión que me permita ver el bosque desde fuera y no cegado por las ramas de los árboles. Quiero pedir perdón a todos los que haya podido decepcionar, a todos los que esperabais que se repitiera la victoria del año pasado, y a todos los que me animasteis en el circuito. No pudo ser, y aunque 2016 no se cierra como a mí me hubiese gustado, tengo que hacer balance positivo de un año que me ha dado más alegrías deportivas que decepciones.

Miguel, un mítico en las previas de la San Silvestre, y esta vez también  post-carrera

Empecemos:

Un sábado primaveralmente frío iba a poner ambiente al último día de 2016. Un día en el que más de 5000 ovetenses nos lanzamos a correr por las calles de nuestra ciudad con diferentes objetivos deportivos pero seguro que compartiendo todos la ilusión de pasarlo bien haciendo deporte.

Centrándonos en lo estrictamente deportivo, debo decir que la San Silvestre de Oviedo de este año fue una de las de más nivel medio-alto que recuerdo. A la lista de candidatos para luchar por las 5 plazas de privilegio nos apuntamos unos 15 atletas. La apuesta segura por la victoria era Mohamed Bakkali, segundo el año pasado, pero cuyo estado de forma actual dejaba claro que iba a ser imposible arrimarse a él. De ahí para atrás podía pasar cualquier cosa: Pelayo Fernández, Fernando Canellada, Pablo Ibáñez, Manuel Álvarez Prado, Ciro Canseco, Nando Fernández Junquera, Alejandro Onís, Jorge Cosío, Víctor Álvarez, Lionel Fernández, Víctor Fernández, Diego Martín Conde, Brais Canosa, yo... A bote pronto ya he nombrado a 14 atletas que íbamos a repartirnos el resto de plazas de pódium. Sí señores, nada más y nada menos que 14 atletas para 4 puestos en el pódium, y todos a priori bastante igualados.

Momentos previos con la gran promesa, Alejandro Onís, a mí derecha

Habiendo asumido que la lucha por estar adelante sería muy reñida, me mentalicé de lo que iba a tocar sufrir, descansé bien, conseguí tener buenas sensaciones entrenando y llegué a línea de salida con la tranquilidad de haber hecho todo lo posible para estar al 100%.
A las 18:10h Capitán, speaker de lujo de la carrera, inició una cuenta atrás angustiosa. El pulso ya lo tenía cerca de 140 ppm antes de salir, muy por encima de lo habitual, sinónimo de la concentración e importancia que esta carrera tiene para mí.

Desafiando a la Ley de la gravedad ¡SALIMOS!
Se dio la salida y para evitar problemas esprinté los primeros metros, colocándome en una posición favorable, en torno al puesto 20, en la primera curva. Enfilamos Toreno y la masificación habitual de los primeros metros no se dejó ver, pues Moha Bakkali ya nos había puesto en fila a todos y subíamos por aquella cuesta como pollos sin cabeza. La sensación era de haber salido fuera de ritmo, y aún así, 20 atletas aguantaban el tirón del corredor del Universidad de Oviedo. Giro a la derecha y enfilamos Cervantes abajo sin que hubiese tregua. Siento que voy a tope, que mis piernas se descontrolan, pero no puedo dejar que se me escape el grupo en el que van todos los favoritos que nombré antes, y alguno más que tiene ritmo para aguantar unos kilómetros a esa velocidad.

Los tres primeros juntos al principio. Foto: El Comercio

Al paso por el primer kilómetro el Garmin me marca 2:56'/km de media ¿ESTAMOS LOCOS? ¡Sí que habíamos salido por encima de nuestras posibilidades! Pero como nadie cedía había que aguantar. En la calle Independencia y Melquiades Álvarez, Moha se escapa e inicia su periplo en solitario, según lo previsto. Mientras, por detrás, yo me moría para seguir enganchado a ese segundo grupo donde del que va tirando Pablo Ibáñez. Antes de girar en la Plaza El Carbayón se hace un pequeño corte y pierdo unos metros que recupero, a base de calentarme, en Jovellanos. El segundo kilómetro lo pasamos en 2:59, y ahí sí que fue "el acabose". Sabía que lo iba a pagar tarde o temprano, pero esperaba que el resto de la gente también lo sintiera como yo.

Calle Toreno y Moha nos quiere enseñar lo que es correr
La bajada hacia la calle Paraíso la aprovechó Pablo para tensar la cuerda, mover el árbol y ver cuántas manzanas caían. Y cayeron unas cuantas. Conseguí aguantar el primer envite "a rueda" de Nando Fernández Junquera y Alejandro Onís, pero cuando la carretera se puso cuesta arriba, en Marqués de Gastañaga, ya no me quedaba chicha. Conté los que iban por delante: Moha, Iba, Lionel, Alejandro Onís, Pelayo Fernández, y yo sexto, seguido de cerca por Víctor Fernández. Coronamos en Campomanes, punto donde, en caso de llegar en grupo, tenía pensado atacar. Pero... ¡como para cambiar de ritmo estaba yo!

Esto creo que pica p´arriba ¿no? 
Agonicé toda la subida por González Besada viendo alejarse a mis predecesores. Unos 30 metros me separaban del quinto, Pelayo, cuando coronamos en el Auditorio. Por delante, 1,5 kilómetros de mente en blanco y agonía. Empecé a recortar poco a poco la diferencia y al llegar a Santa Susana conseguí pegarme al atleta del Ribadesella, pero las fuerzas eran mínimas y el sufrimiento se multiplicaba a cada paso. 

Calle Fruela, llego a la espalda de Pelayo pero no queda ni un ápice de fuerza... y aún faltan 400 metros a meta
Bajamos despendolados por Santa Cruz, enfilamos Fruela, Los Pozos y siguiendo la camiseta blanca de Pelayo entramos en la recta de meta para jugarnos el último puesto de pódium al sprint.

Momento "PLOF". Se me escapa el 5º puesto a pocos metros de meta
Me abro en la curva, tracciono bien y en los primeros metros de la recta de meta consigo igualarme con él, pero la batería del turbo se acabó, se terminó por completo, no había más. Las piernas hicieron "plof" a 30 metros de meta y tuve que ver como se me escaba el sueño de volver a estar entre los mejores de mi ciudad.

Mismo escenario, distinta historia. En 2017 volveremos

Si me tengo que quedar con una imagen, me quedo con esta: rivales, pero ante todo amigos y compañeros

De primeras me eché las manos a la cara, mismo gesto que el año pasado pero con distinto significado. Esta vez fue un gesto de derrota, de no haber sido capaz de conseguir el objetivo pese a haberlo preparado a conciencia. La victoria fue para el bueno de Moha, que como dice Iba: "este año aprendió a correr". Aunque yo diría que está más cerca de despegar que de correr ¡ENHORABUENA CRACK! Segundo el "maestro" de las San Silvestres, el chavalín que ganaba cuando yo empecé en esto y que ahí sigue con ilusión, ganas y esfuerzo, Pablo Ibáñez. Tercero fue Alejandro Onís, llamado a ocupar portadas en el atletismo nacional los próximos años ¡Qué progresión!. El cuarto puesto fue para Lionel Fernández, corredor duro como el que más y con capacidad de rendir al 120%. Y quinto Pelayo Fernández, para mí la grata sorpresa de la carrera, ganador en Mieres el día anterior y que consiguió esa quinta plaza más que merecidamente.

Pasados unos minutos y tras un trote con Miguel para desconectar y airearme, empecé a ver las cosas de otro modo. Había corrido al mismo ritmo que el pasado año, lo había dado todo pero hubo 5 que fueron mejores, y no pasa nada. Todos los años hay San Silvestres y en 2017 pienso volver a intentarlo.



¡FELIZ AÑO A TODOS!  

1 comentario:

  1. Me encanta leer tus cronicas,Pelayo.Este año Moha está intratable.Creo que junto a Youseff Benkert,Onis,Gerardo Casas y alguno más son el futuro,ya presente del atletismo asturiano.Suerte pa tus proximas metas!!.

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